Por María Belén Herrero y Santiago Lombardi*
“Las vacunas contra la COVID-19 deben ser consideradas un bien público global”. La frase, incluso para quienes no siguen a diario la agenda multilateral o los discursos de Jefes y Jefas de Estado, resuena casi como una verdad incontrovertible en tiempos de pandemia. Resoluciones de la Asamblea Mundial de la Salud y la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaraciones del G20 y numerosos comunicados presidenciales que vieron la luz en el último año parecen aseverarlo.
Lejos de los primeros anuncios que proyectaban a la vacuna para el COVID-19 como un bien público global, fue la lógica de mercado la que finalmente se impuso en esta primera etapa de producción y distribución de dosis a nivel internacional. A pesar de la escasez y el reparto desigual de vacunas, hasta el momento la industria farmacéutica no ha asumido ningún compromiso sobre mecanismos equitativos de acceso. Por el contrario, grandes laboratorios como Pfizer y Moderna no solo han vendido por anticipados miles de millones de dosis, sino que han usufructuado tanto el monopolio indiscutido de sus patentes como la falta de reglas transparentes para la fijación de precios, reduciendo el poder de negociación de muchos países, sobre todo de aquellos países con menos recursos.
Frente a una crisis sanitaria sin precedentes, las primeras vacunas contra COVID-19 -hoy una de las principales herramientas para el control de la enfermedad- se han convertido en el bien más requerido a nivel mundial y de manera simultánea. Sin embargo, y a pesar de contar con las primeras vacunas en tan solo 12 meses, la producción y distribución de las dosis, lejos de responder a la lógica de equidad y acceso universal, continúan regidas por las leyes de la oferta y demanda. El resultado es la escasez y el acceso desigual a las vacunas.
Por un lado, está la cuestión vinculada a la cantidad real de vacunas disponibles y la capacidad de producción. Existen restricciones “inelásticas” para la inmunización global, al menos en el corto plazo. Aún son pocas las vacunas aprobadas para abastecer la demanda internacional y no todos los países cuentan con capacidades suficientes para la producción a gran escala. Por el otro, están las cuestiones vinculadas con las condiciones desiguales que impone el mercado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 95% de las aplicaciones de dosis contra el coronavirus está concentrado actualmente en diez países, y nueve de cada 10 países pobres no tendrán acceso a la vacuna contra la COVID-19 el próximo año. A esto se suma la falta de transparencia en los precios y acuerdos, que hace que por ejemplo hoy Sudáfrica compre la vacuna de AstraZeneca-Oxford al doble por dosis que los países europeos.
Frente al acceso limitado y desigual a las vacunas e insumos, se han lanzado algunas iniciativas globales, sobre todo en la búsqueda por ampliar el acceso a las vacunas para los países de bajos y medianos ingresos. Una de ellas es el Mecanismo COVAX, codirigida por la Alianza Gavi para las Vacunas, la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la OMS, donde participan más de 180 países. Este mecanismo propone ser una colaboración para un acceso equitativo mundial a las vacunas contra la COVID-19 y para ello ha anunciado un acuerdo para la compra y distribución de vacunas destinadas a países en desarrollo. Sin embargo, han quedado en evidencia las limitaciones para conseguir las vacunas necesarias para garantizar la equidad del acceso, en gran parte debido a las negociaciones y acuerdos bilaterales de los países ricos con los fabricantes.
Asimismo, contra las consecuencias inequitativas del sistema de acceso a vacunas y de patentes y en la búsqueda por tratar de disminuir las trabas actualmente existentes, han surgido diversas reacciones e iniciativas, aunque aún sin éxito. Estas han estado orientadas en solicitar la suspensión de los derechos de propiedad intelectual relacionados con los productos de salud de COVID-19 durante la pandemia, y de acuerdos de licencia voluntaria entre los fabricantes de vacunas y las empresas de producción.
Una de ellas ha sido la iniciativa impulsada por el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado. La iniciativa de Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19 (C-TAP), ha propuesto hacer público el conocimiento, la propiedad intelectual y la información relacionada con las tecnologías sanitarias contra la COVID-19. Si bien, el Repositorio Libre de Recursos Técnicos fue apoyado por 37 países, incluida la Argentina, finalmente no recibió apoyo y no prosperó.
En otra línea, India y Sudáfrica han presentado en octubre pasado una propuesta a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para solicitar la exención temporaria de los derechos de propiedad intelectual para los medicamentos y productos sanitarios durante la pandemia. Pese al apoyo mayoritario de los países en desarrollo, por segunda ocasión no hubo consenso debido al rechazo de las potencias occidentales. En este escenario ¿cuál es el margen de maniobra de los países con menores recursos? ¿Pueden cambiar las reglas del juego? A continuación, analizamos uno de los principales foros en los que se debate el futuro del acceso a las vacunas y medicamentos para el COVID-19: la Organización Mundial de Comercio.
Este 23 de febrero se llevó a cabo una nueva reunión en el Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio, a fin de discutir una propuesta elaborada por India y Sudáfrica para acordar una exención temporaria de los derechos de propiedad intelectual de los medicamentos y productos sanitarios para la prevención y el tratamiento del COVID19 durante la pandemia.
Alrededor de un centenar de países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) han adherido -ya sea en su totalidad o parcialmente- a la propuesta indo-sudafricana. Entre estos se encuentran Argentina, Bangladesh, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Egipto, El Salvador, Indonesia, Jamaica, Nepal, Nicaragua, Nigeria, Sri Lanka, Tanzania, Túnez, Turquía, entre otros.
Frente a esta propuesta, las principales potencias occidentales, se han alineado en contra y han decidido bloquear la iniciativa. Entre los detractores más enfáticos de una eventual exención de patentes sobresalen los Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Australia, Japón, Canadá y los países de la Unión Europea. Su oposición ha sido justificada con argumentos que van desde la falta de evidencia de que los derechos de propiedad intelectual hayan generado barreras al acceso a las vacunas disponibles, hasta que una eventual prohibición de esos derechos privaría de incentivos a las compañías farmacéuticas para invertir en investigación y desarrollo. Esto último, sostienen, tendría efectos altamente negativos en un contexto en el que los laboratorios deben lidiar con las exigencias de un virus en permanente mutación.
Ahora bien, cabe destacar que los países que se oponen a la propuesta de exención de propiedad intelectual representan el 60% de las vacunas COVID-19 administradas a nivel mundial. Es decir, aquéllos que han acaparado la mayor parte de las dosis disponibles, son los que se oponen y bloquean la posibilidad de producir más vacunas para la gran mayoría de la población mundial. En este escenario, se estima que solo 10 países han administrado el 75% de todas las vacunas COVID-19 y más de 113 países aún no han recibido una sola dosis. Algunos países incluso, podrían no tener las primeras dosis durante los próximos años, ni siquiera para sus equipos de salud y población en mayor riesgo.
La cruzada pro-patentes de los países ricos cosechó su primer “éxito” el último 4 de febrero, durante una reunión del Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC. En dicha sesión, al igual que en la celebrada este martes 23, no se pudo lograr el consenso necesario para la aprobar la iniciativa para su ulterior tratamiento por parte del Consejo General de la OMC. En esta última sesión, todos modos, la propuesta sumó el co-patrocinio de Kenya, Eswatini, Mozambique, Pakistán, Bolivia, Venezuela, Mongolia, Zimbabwe, Egipto, el Grupo Africano y el Grupo de los Países Menos Adelantados (PMA).
En América latina, Argentina, Venezuela y Nicaragua expresaron pleno apoyo y acompañaron la iniciativa, mientras que Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y El Salvador acogieron la iniciativa, pero propusieron discutirla. El único país de la región que se ha manifestado en contra de la propuesta de exención fue Brasil, encolumnado detrás del rechazo del grupo de países desarrollados y en marcado contraste con la posición del país en ocasión de la lucha contra el HIV.
En lo que respecta a los países centrales, no están solos en su cruzada por asegurar la vigencia de los derechos de propiedad intelectual. De hecho, en aquellos países más opositores a la propuesta de exención de patentes (como Estados Unidos) se encuentran las principales casas matrices de grupos farmacéuticos como Pfizer, BioNtech y Moderna.
Días atrás, el director general de la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA por sus siglas en inglés) declaró a la Deutsche Welle que la liberación de patentes relacionadas con las vacunas para el COVID-19 “no aumentarían el suministro ni en una sola dosis a corto plazo, porque ello pasa por alto la complejidad de la fabricación de vacunas”. Esto último no advierte, sin embargo, que los grandes laboratorios han otorgado licencias de producción a un pequeño número de empresas y han soslayado a compañías públicas y privadas de países en desarrollo, como Cuba, Indonesia, Senegal y Tailandia, que también son capaces de fabricar vacunas a gran escala. Las big pharma aducen, asimismo, que aún no han recuperado la inversión desembolsada para el desarrollo de los preparados vacunales. Sin embargo, hay que tener en cuenta, por un lado, que las investigaciones para su logro han sido financiadas por gobiernos y organizaciones internacionales, recogiendo décadas de inversión pública. Por el otro, que las principales empresas farmacéuticas que desarrollan vacunas para el COVID-19 recibieron cerca de 12.000 millones de dólares en fondos públicos para producirlas. Es decir, todas las vacunas de estas empresas se desarrollaron, total o parcialmente con financiamiento público.
Desde la vereda opuesta, Organizaciones como Médicos Sin Frontera (MSF) han resaltado los peligros de marginar al Sur Global del reparto de vacunas. “Con la aparición de nuevas cepas de COVID-19, muchos países de África están luchando contra una ola de rápida propagación de la enfermedad y un sistema de atención médica abrumado”, señala el Dr. Khosi Mavuso, Representante Médico de MSF en Sudáfrica. Efectivamente, mientras hacia finales de enero en Europa ya se habían suministrado millones de vacunas COVID-19 e inclusive las autoridades comunitarias denunciaban el incumplimiento de plazos y volúmenes de entrega acordados con Pfizer y AstraZeneca, al continente africano solo habían llegado 25 vacunas. Esta desigualdad pasmosa, además de sus implicancias morales, trasciende la mera regresividad aritmética en la distribución de dosis, ya que no solo profundiza las inequidades, sino que conlleva otro riesgo sanitario: la epidemia puede hacerse endémica en los países sin vacuna, generando reservorios de virus con capacidad de mutar en variantes más agresivas y diseminarse.
Una de las principales trabas en el acceso a tecnologías y medicamentos, incluidas las vacunas, son los derechos exclusivos que otorgan las patentes y otros derechos de propiedad intelectual que generan monopolios a favor de las grandes farmacéuticas. A un año de la pandemia que ha causado más 2,5 millones de muertes, y que ha afectado a más de 115 millones de personas a nivel mundial, aun no se han tomado medidas para otorgar licencias o transferir tecnologías protegidas por propiedad intelectual de manera de permitir una mayor capacidad de fabricación y suministro global, aun cuando los países disponen de diversas herramientas que podrían utilizar en contexto de crisis y emergencias para favorecer el acceso a estos nuevos desarrollos.
En estas condiciones epidemiológicas, es inconcebible aguardar los veinte años requeridos para que expiren las vacunas contra el COVID-19. La medida efectiva que demandan los tiempos, por tanto, es una suspensión temporal de las patentes de las vacunas, medicamentos y tecnologías para el COVID-19, hasta lograr la inmunidad mundial. Sin mayores titubeos, retórica autocomplaciente sobre cooperación internacional o apelaciones a la caridad de los países centrales y las grandes corporaciones farmacéuticas.
Las discusiones en el consejo ADPIC continuarán el 10 y 11 de marzo. Para alcanzar un acuerdo multilateral de esta naturaleza en la OMC se necesitaría al menos el apoyo de tres cuartas partes de los países. Esto es, 123 de los 164 estados y territorios que integran el organismo. A la fecha, la solicitud de exención cuenta con el apoyo ya de 100 países, incluyendo a la Argentina. Por su parte, la nueva directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala -que fuera Directora General del Banco Mundial y que integra la junta directiva de la Alianza GAVI- anunció que propondrá una tercera vía, como alternativa a la propuesta hasta ahora estancada de India y Sudáfrica, aunque vinculada a las licencias voluntarias.
Lo cierto es que lo que está en debate en el seno de la OMC es si las vacunas contra la COVID-19 deben ser consideradas un bien público global o no. ¿Se logrará un cambio en el equilibrio de fuerzas en la próxima reunión? Un acceso más equitativo y universal a las vacunas, depende de ello. En tiempos de pandemia, es imperativo que esto suceda.
*María Belén Herrero es investigadora del Área de Relaciones Internacionales de FLACSO Argentina y CONICET. Su agenda de investigación está centrada en temas vinculados a la Salud Internacional y la Cooperación Internacional.
Santiago Lombardi es médico, diplomático e investigador de temas relacionados a la Salud Internacional.
Biografía
Juliana González Jáuregui es Doctora en Ciencias Sociales (2017) por la FLACSO Argentina, Magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales (2013) por la FLACSO Argentina y la Universidad San Andrés, y Licenciada en Relaciones Internacionales (2007) por la Universidad de Congreso. Actualmente, es miembro del equipo editorial de la Revista Tramas de la Escuela de Política y Gobierno de la Provincia de Chaco y docente de esa casa, al igual que del Doctorado en Ciencias Económicas de la FCE – UNCuyo.
Agenda de Investigación
Sus temas de investigación abarcan desde la trama política conformada entre el Estado y el sector privado argentino a raíz del vínculo económico-comercial con China, hasta las consecuencias de la proyección económica de China para el sistema internacional en general, y Asia Central y Oriental y la región latinoamericana, en particular. Asimismo, investiga acerca del papel de China en la agro-geopolítica mundial y sus implicancias para la Argentina. De manera de realizar un abordaje integral sobre el país asiático, además, estudia chino mandarín hace 5 años.
Investigador Adjunto, Área de Relaciones Internacionales, FLACSO – Argentina.
MA in Economics, San Diego State University (Estados Unidos).
Biografía
Pablo Trucco obtuvo un MA in Economics por San Diego State University, y es Licenciado en Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador y Licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires. Es Investigador del Área de Relaciones Internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO/Argentina) y de la Red Latinoamericana de Política Comercial (LATN), y es Consultor del Ministerio de Producción de la Nación.
Agenda de investigación
Sus temas de investigación incluyen economía política internacional; regionalismos e integración en América del Sur; integración productiva y asociatividad entre actores productivos.
Publicaciones
Entre sus publicaciones recientes se destacan: “Políticas de Articulación Productiva”, en Los futuros del MERCOSUR: nuevos rumbos de la integración regional, INTAL – BID, Buenos Aires (2017): pp. 112-123; Socios en la Integración Productiva. La Estrategia Asociativa de las Empresas en el Mercosur, (Editor), Teseo, Buenos Aires (2015); “Construir el Desarrollo con Políticas Públicas. Asociatividad, Tecnología e Innovación Productiva: El Caso del Programa Sistemas Productivos Locales”, con Alejandro Naclerio, DAAPGE, 24 (2015): pp. 33-65; “La Gran Recesión y el Retorno de la Política en América del Sur”, Revista Iberoamericana, Año XII, Número 46, (Junio, 2012): pp. 63-70. ; “The Rise of Monetary Agreements in South America”, en Pía Riggirozzi and Diana Tussie, (eds.), The Rise of Post-Hegemonic Regionalism: The Case of Latin America, United Nations University Series on Regionalism, Springer, London, New York (2012); “¿Carga o Privilegio? El Dólar Estadounidense y la Puja por la Reforma del Sistema Monetario Internacional”, Estudios Internacionales, Año XLIV, Número 169 (Mayo-Agosto, 2011); Nación y Región en América del Sur. Los Actores Nacionales y la Economía Política de la Integración Sudamericana, (con Diana Tussie), Teseo, Buenos Aires (2010).
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Investigadora Adjunta, Área de Relaciones Internacionales. FLACSO – Argentina
Doctora en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires (UBA).
Biografía
Jorgelina Loza es Socióloga (Universidad de Buenos Aires), ha culminado la Maestría en Sociología de la Cultura de Universidad Nacional de San Martín y es Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Fue becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina. Ha realizado estancias doctorales en El Colegio de México y en el Iberoamerikanische Institut de Berlín. Es investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – Argentina, y del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente, investiga y trabaja con redes transnacionales de acción colectiva en América Latina, especialmente en la construcción de su identidad regional. Ha participado en numerosos proyectos de investigación e intervención, desarrollados por instituciones académicas, sector privado, sector público y organizaciones sociales; en Argentina, México y Uruguay. Es docente universitaria de grado en Universidad de Buenos Aires y New York University (Buenos Aires), y de posgrado en Universidad del Salvador.
Agenda de Investigación
Sus temas de interés principal son las identidades culturales, ideas de nación, la idea de América Latina y la dimensión simbólica de la acción colectiva.
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Coordinadora académica de la Maestría en Relaciones Internacionales de FLACSO/Argentina.
Investigadora Adjunta, Área de Relaciones Internacionales. FLACSO – Argentina.
Doctora en Ciencias Sociales, FLACSO – Argentina.
Biografía
Melisa Deciancio es Doctora en Ciencias Sociales (2016) por la FLACSO, Argentina, Magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales (2010) por la FLACSO/Argentina y la Universidad de San Andrés, y licenciada en Ciencia Política (2006), por la Universidad de Buenos Aires. Becaria Pos-Doctoral del CONICET. Actualmente es la Coordinadora académica de la Maestría en Relaciones Internacionales de la FLACSO/Argentina y docente en FLACSO, UBA, USAL y UDELAR.
Agenda de investigación
Sus temas de investigación son la historia intelectual de la disciplina de las Relaciones Internacionales en la Argentina, teoría de las Relaciones Internacionales, multilateralismo y gobernanza global.
Publicaciones
Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: “La construcción del campo de las Relaciones Internacionales argentinas: contribuciones desde la Geopolítica”, en Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, julio 2017; “Las Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires en la historia del campo de las Relaciones Internacionales argentinas”, en Revista de Historia del Derecho, Nº 52, julio-diciembre de 2016; “La internacionalización de la teoría de las Relaciones Internacionales en la Argentina: los híbridos teóricos y su clasificación” (con María Cecilia Míguez), en Papeles de trabajo, UNSAM, Vol. 11, No. 18, 2016; “El regionalismo latinoamericano en la agenda de Relaciones Internacionales”, en Revista Iberoamericana, Berlín, vol. 16, nro. 63, pp. 91-110, 2016. DOI: http://dx.doi.org/10.18441/ibam.16.2016.63.91-110; “International Relations (IR) From The South: A Regional Research Agenda for Global IR”, en Presidential Issue on “Global IR and Regional Worlds” editado por Amitav Acharya, Pinar Bilgin y L.H.M. Ling, en International Studies Review, vol. 18, No. 1, pp. 106-119, 2016. DOI: https://doi.org/10.1093/isr/viv020.
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Investigadora adjunta, Área de Relaciones Internacionales, FLACSO- Argentina.
Doctora en Derecho, Universidad de Buenos Aires (UBA).
Biografía
Juliana Peixoto Batista es Abogada (UFC, Brasil), brasileña, radicada en Argentina. Doctora en Derecho, con orientación en Derecho Internacional (UBA, Argentina) y Magister en Relaciones Internacionales (UBA, Argentina). Es docente en la UBA, UNSAM y FLACSO. Es investigadora en el Área de Relaciones Internacionales de FLACSO/Argentina, lugar desde donde se desarrolla como coordinadora de la Red LATN y como miembro de la Cátedra OMC/FLACSO, entre otras actividades. Posee sólida experiencia en elaboración y gestión de proyectos internacionales de cooperación e investigación, así como en gestión de redes de conocimiento. Experiencia en docencia en niveles de grado y postgrado, así como cursos de capacitación y formación para agentes públicos y experiencia en la gestión pública y privada.
A lo largo de su carrera, se ha dedicado a temas como la intersección entre el derecho internacional y las RRII, la integración regional, las asimetrías, la relación entre derechos humanos y comercio internacional, la arquitectura del sistema multilateral de comercio.
Agenda de investigación
Sus temas de investigación se relacionan con la integración regional, el desarrollo sustentable y las asimetrías, la arquitectura del comercio internacional.
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Coordinadora del Área de Relaciones Internacionales, FLACSO – Argentina.
Doctora en Relaciones Internacionales, London School of Economics (Reino Unido).
Biografía
Diana Tussie es Licenciada en Sociología y Doctora en Relaciones Internacionales por la Escuela de Economía de Londres. Dirige la Maestría en Relaciones Internacionales de la sede de FLACSO Argentina y es Investigadora Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), al que ingresó en el año 1987. En su trayectoria fue profesora visitante de las universidades de Oxford y Manchester y recientemente del German Institute of Global Affairs. En el año 2017 fue galardonada con el Premio a académica distinguida del Sur Global por la sección del Sur Global de la International Studies Association.
Agenda de investigación
Sus temas de investigación en el campo de la economía política internacional versan sobre procesos y actores en el multilateralismo, la construcción regional así como la economía política del sistema económico internacional, Brasil y China en el orden emergente.
Publicaciones
Entre sus libros más recientes se encuentra The Rise of Post Hegemonic Regionalism escrito junto con Pía Riggirozzi, en el que analizan las agendas que hoy motorizan la construcción de la región sudamericana. Actualmente, junto con Gordon Mace, Jean Philippe Therien y Olivier Dabene está preparando un libro sobre las cumbres presidenciales en diferentes regiones del mundo y procesos internacionales.
Diana es co-directora de la revista Global Governance, una de las más prestigiosas en la disciplina de Relaciones Internacionales.
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Asistente de Coordinación Académica
Biografía
Agustina Garino es Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador, candidata a Magister en Integración Latinoamericana por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Cursó seminarios de posgrado en la Universidad Degli Studi di Torino, y participó como voluntaria en varias organizaciones como RACI, Directorio Legislativo, ACNUR (Alto comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados), y UNV (United Nations Volunteer). Participó en el grupo de investigación de la carrera de sociología de la UBA “Transformaciones urbanas y sociales en el barrio porteño Parque Donado-Holmberg: Intervención estatal y su impacto en la trama socio-urbana”
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Becario Doctoral
Candidato a Magíster en Relaciones Internacionales, FLACSO – Argentina.
Biografía
Dario Clemente es Doctorando en Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires con sede de trabajo en FLACSO, Argentina. Candidato a Magíster en Relaciones Internacionales (2017) por la FLACSO/Argentina, Magíster en Geografía (2014) por la Universidad de Leeds (UK), y licenciado en Relaciones Internacionales (2013) por la universidad de Milán (Italia). Becario Doctoral del CONICET. Actualmente se desempeña como ayudante de cátedra en FLACSO, UBA. Investiga el proyecto regional de Brasil en clave hegemónica, la Iniciativa de Infraestructura para la Región Sudamericana (IIRSA) y la internacionalización de las empresas brasileñas.
Publicaciones
Entre sus publicaciones se encuentran: “¿HACE FALTA SER LÍDER? Brasil y la expansión de las empresas “campeones nacionales” en Revista Chilena de Relaciones Internacionales, vol I (1): 101-126, enero-junio 2017; DOI: http://rchri.cl/articulo/hace-falta-ser-lider-brasil-y-la-expansion-de-las-empresas-campeones-nacionales/; ”El regionalismo post-hegemónico en perspectiva crítica: una mirada neogramsciana. Brasil, Venezuela y la opción contrahegemónica” en Observatorio Latinoamericano y Caribeño, vol I (1), Junio 2017″
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Investigador Asociado, Área de Relaciones Internacionales, FLACSO – Argentina.
Doctor en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires (UBA)
Biografía:
Pablo Nemiña es Licenciado en Sociología y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Investigador Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con sede en el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín. Investigador Asociado de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – Argentina. Docente de grado y posgrado en la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de San Martín, la FLACSO – Sede Argentina y la Universidad de Bologna.
Coautor de Neoliberalismo y Desendeudamiento. La relación Argentina – FMI (Capital Intelectual, Buenos Aires, 2007). Ha escrito diversos artículos y ponencias acerca del papel del FMI en las crisis financieras, las negociaciones entre ese organismo y los países en desarrollo, y las transformaciones recientes en la Economía Política Internacional y en Argentina.
Agenda de investigación
Entre los temas principales de interés se encuentran el rol del Fondo Monetario Internacional en las crisis financieras, las recientes transformaciones en la economía política internacional y el proceso de desarrollo económico de la Argentina, entre otros.
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Investigadora adjunta, Área de Relaciones Internacionales, FLACSO – Argentina.
Doctora en Ciencia Sociales por la Universidad de Buenos Aires.
Biografía
María Belén Herrero es Socióloga y Doctora en Ciencia Sociales (UBA). Se ha especializado en Epidemiología (UNC). Actualmente es Investigadora Asistente del CONICET en el Área de RRII de FLACSO Argentina. Participa en proyectos en el IIGG-UBA, en el CIECS y en la UNL. Co-coordina el Grupo de Trabajo de CLACSO “Salud Internacional y Soberanía sanitaria”. Ha sido investigadora en CEDES, consultora en la OPS, Ministerio de Salud de la Nación y docente en Salud Pública en la UBA.
Agenda de investigación
Sus temas de interés refieren a: salud internacional, integración regional, cooperación, determinación social de la salud, epidemiología social, políticas públicas.
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